Por Alán R. Alvarado.- PRESIDENTE NACIONAL                                                                                                                                                                                                                           DE LA EXPRESIÓN JUVENIL REVOLUCIONARIA

“Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”.

Salvador Allende.

En pleno Siglo XXI, donde la democracia como sistema tendría que estar en su punto más evolucionado, es común la poca participación de electores para votar a sus representantes, esto se debe en su mayoría al hartazgo derivado de la mala reputación que han adquirido los políticos en los últimos años, muy por encima de factores sociales y culturales.

Los partidos políticos existen por una razón, y esa razón es que reúnen a personas que comparten una misma ideología respecto de la manera de gobernar y que incluye procurar cada detalle en cuanto a la creación de políticas públicas que pueden mejorar la calidad de vida de una sociedad.

La no participación o la participación irresponsable, como votar para castigar a un partido o a un mal gobierno, lejos de beneficiar a una sociedad, ha derivado en un retroceso para la democracia, resulta contraproducente elegir a candidatos que no tienen experiencia o la preparación suficiente, que impulsados por el populismo y el enojo de la sociedad, llegan a un gobierno solamente para servirse y cometer errores durante el aprendizaje, convirtiendo al sistema democrático en un círculo vicioso en donde no solo es culpa de los gobernantes o sus partidos, sino compartida con una sociedad que actúa de manera irresponsable y desinformada.

Nuestra responsabilidad como jóvenes, es involucrarnos a través de la participación en los partidos, de tal manera que podamos tener una ideología clara, una formación institucional y con principios. De nuestro sector tienen que emanar los futuros gobernantes, pero tienen que ser políticos de calidad y congruentes, cuya formación esté al nivel de lo que México necesita.

Decidí que mi participación como joven crítico, egresado de la UNAM, debía ser en el PRI, ya que como instituto político, desde mi personal punto de vista, es el partido más completo; en sus pilares descansan los principios que dieron paso a la Revolución Mexicana, es el partido con más tradición y con los ideales y principios más apegados a la sociedad mexicana.

Concluyo con la siguiente reflexión…

La participación no solamente se da marchando o a través de la violencia, tenemos que expresarnos con la manifestación de ideas materializadas, siendo parte del cambio que queremos desde los niveles institucionales. De nada sirve quejarnos, insultar y descalificar, si no hay una participación activa dentro del esquema diseñado para gobernar. #Exprésate.