FERNANDA BAYARDO                                                                                                                                                                                                                                                                         Secretaria General ICADEP Nacional

Caminar por las calles de cualquier ciudad del mundo, recorrer sus sitios y monumentos históricos, platicar de cerca y el contacto cara a cara con sus ciudadanos, te permite conocer la esencia de un pueblo, saber cuáles son las fibras que lo mueven, entender sus necesidades pero también sus sueños y sus aspiraciones.

La campaña a la Asamblea Constituyente me ha dado la oportunidad de vivir distintas realidades de lugares tan lejanos no sólo geográfica sino social y culturalmente. He podido caminar y recorrer las calles de colonias, barrios y pueblos originarios de la ciudad y escuchar de viva voz las problemáticas de los ciudadanos.
Iniciamos actividades en la delegación Benito Juárez, donde realizamos una clausura simbólica a una de tantas construcciones irregulares, símbolo de la corrupción desmedida del gobierno local.

En el marco del Día de la Tierra, visitamos Xochimilco y su zona de chinampas donde reiteré mi compromiso con el medio ambiente y la preservación de los “pulmones de la ciudad”. En Miguel Hidalgo, en el Día Internacional del Libro, dialogué con los vecinos sobre la importancia del reconocimiento de los derechos culturales como un elemento no sólo para hacer comunidad sino además como factor de desarrollo económico.

En los pueblos de la Magdalena Contreras, Tláhuac y Xochimilco me comprometí con los vecinos a abanderar en el Constituyente sus causas a favor del reconocimiento de los pueblos originarios y de nuestras tradiciones, agua, transporte público eficiente, apoyo para pequeños productores así como el impulso de más mecanismos de participación ciudadana.

En la delegación Gustavo A. Madero pude constatar el deterioro y el grado de abandono en que se encuentran los espacios públicos. Lo mismo que en Álvaro Obregón e Iztapalapa donde pude escuchar los problemas que enfrentan los vecinos en materia de inseguridad, movilidad, alumbrado público, suministro de agua y el nivel de vulnerabilidad en que sobreviven sus ciudadanos.

El estado de ánimo de los habitantes de la CDMX es el hartazgo y la profunda insatisfacción de padecer por casi dos décadas gobiernos populistas e irresponsables. Estos gobiernos mesiánicos lo único que han hecho es acentuar la pobreza, la miseria pero sobre todo se han especializado como administradores de inercias. Y en el caso de los sucesivos gobiernos de la delegación Benito Juárez se agrega un elemento a la ecuación: las puertas cerradas y el alto grado de desprecio por los vecinos.

Por otra parte, además de estos valiosos encuentros me he reunido con destacados académicos, líderes de organizaciones de la sociedad civil y empresarios e industriales con quienes he dialogado y alcanzado importantes acuerdos que se traducirán en beneficios para la ciudad.
El gran reto de los diputados constituyentes no sólo es redactar la nueva Constitución, sino garantizar que vamos a implementar cada uno de sus artículos en beneficio de las familias de la ciudad.

La Ciudad de México tiene un gran potencial. Tenemos los elementos para estar a la altura de las grandes capitales del mundo. Son sólo 13 días en campaña, ocho delegaciones y miles de voces de mujeres, niñas y jóvenes las que he escuchado, pero tengo muy claro que la Asamblea Constituyente es el momento histórico en el que tenemos la gran oportunidad de venir a transformar, romper inercias y cambiar todo lo que se tenga que cambiar en beneficio de los habitantes de la CDMX.